Preciosa ruta por la Alcarria de Guadalajara y el valle del Río Ungria, sin ninguna dificultad técnica, aunque si es de largo recorrido pues llega a los 50 kilómetros.
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Se sale de Lupiana en dirección Norte, comenzando una suave y tendida subida por el valle del Arroyo de la Parra hacia el páramo, 7 kilómetros al 2,5 % de desnivel por un camino entre campos de cereales y laderas cubiertas de aliagas, romero y tomillo.
Casi al final de la subida, tras pasar la Fuente de los Pradillos, encontramos el tramo mas empinado, 300 metros al 6,7 % de desnivel medio. Una vez superado se llega al páramo, una llanura sobre calizas a unos 1.000 metros de altitud, enormes extensiones que se pierden en el horizonte, verdes ahora en primavera por los cultivos de cereales, salpicados de solitarias encinas, por la que rodaremos durante 2,5 kilómetros hasta Atanzón.
Recorremos el pueblo para visitar sus dos lavaderos, el de la Fuente de Los Barberos y el lavadero nuevo, y las ermitas de la Soledad y de la Concepción, saliendo por la carretera GU 905 continuando en dirección Norte. Al salir del pueblo encontramos el Rollo de Atanzón, pilar de piedra construido en el siglo XIV, probablemente el mas antiguo de la zona, que era utilizado como picota, lugar de castigo y exposición de reos, además de ser el símbolo de la autonomía jurisdiccional de la villa.
Se pedalea por la carretera sin apenas trafico durante 4,2 kilómetros, hasta llegar a la GU 907, que cogemos a la derecha 500 metros para salir de ella a la izquierda por un camino con algún tramo de barro muy arcilloso y pegajoso, pues el día anterior habia llovido, y que tras 8,5 kilómetros nos lleva hasta Fuentes de la Alcarria.
Este pueblo es especialmente bonito, encaramado sobre una estrecha franja de terreno y rodeado por una curva del Río Ungria, quedando como una fortaleza aislada, bastión guerrero con castillo torreón y patio de armas aunque ya solo quedan algunas ruinas de la muralla y la puerta fortificada de entrada a la villa, título que demuestra su picota del siglo XVI. Se asoma con espectaculares vistas al valle, al que descendemos por un empinado sendero llegando a la cabecera del Río Ungria.
Recorremos el valle por caminos donde proliferan las huertas y cultivos cerealisticos y el bosque de ribera, con una gran variedad de arboles, chopos, quejigos, arces de Montpellier, encinas, servales, cerezos, etc... Pasamos cerca de los pueblos de Valdesaz y Caspueñas, recorriendo multitud de arroyos que alimentan el río, así como caces, acequias y antiguos molinos ya en desuso.
Todo el recorrido está señalizado como ruta, y el camino se encuentra en perfecto estado, aunque con lluvia el barro puede ser bastante pegajoso. Tras veinte kilómetros de recorrido llano se llega al Río Matayeguas, girando a la derecha en sentido Noroeste, y por un sendero y luego por un camino llegamos a Lupiana y al final de la ruta.
Desn. de subida acumulado: 500.45 m
Desn. de bajada acumulado: 512.17 m
Altura máxima : 927.4 m
Altura mínima : 673 m
Grado de Dificultad: Moderado
IBP 38
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