martes, 10 de marzo de 2015

Dehesa de Navalvillar y falda Oeste del Cerro de San Pedro


Bonito y exigente paseo por la Dehesa de Navalvillar y la falda Oeste del Cerro de San Pedro, volviendo a Colmenar Viejo por los senderos y trialeras del Cordel de la Vinatera y el Camino de Pedrezuela.


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Datos técnicos:
Distancia total:28,800 KmPista:27,8 %
Desn. de subida acumulado:643.8 mCamino:40,6 %
Desn. de bajada acumulado:631.2 mSendero:21,9 %
Altura máxima:1066.4 mCarretera:0,8 %
Altura mínima:863.2 mCalles:8,9 %

Grado de Dificultad: Moderado
IBP 47

Tipo de terreno:

Tramos de pistas y caminos en general de tierra compacta y buen drenaje. Senderos limpios por la Dehesa y algo mas trialeros el Cordel de la Vinatera. Camino trialero y pedregoso, con rocas en el Camino de Pedrezuela, con subida rota pasado el Arroyo Tejada. Tramo de callejeo por Colmenar con algunas zonas de tráfico.


Descripción del recorrido:

Saliendo desde el mojón del camino de Santiago situado en la Colada de los Gallegos en Colmenar Viejo, dirección Oeste para enseguida torcer a la derecha y comenzar una suave subida por el Cordel de Cantalojas, casi dos kilómetros al 3,6 % de desnivel medio.

Atravesamos la carretera de Colmenar a Soto del Real y la M-607, se desciende hasta cruzar la M-623 y comenzamos un suave sube y baja hasta entrar en la Dehesa de Navalvillar por la Talanquera San Pedro.

La Dehesa de Navalvillar es un espacio natural de gran valor ecológico perteneciente al Ayuntamiento de Colmenar Viejo. Ya a principios del siglo XIX había perdido totalmente su masa forestal debido a la explotación por parte del Ayuntamiento, que engrosaba sus arcas con la venta de leña y de carbón.

Continuamos cruzando la dehesa de Oeste a este, bajando hasta el Arroyo de la Sauceda y subiendo una fuerte rampa de 325 metros al 10 % de media, llegando al Yacimiento arqueológico de Navalvillar, una granja de la época visigoda (siglos VI y VII) dedicada a la ganadería ovina.

Seguimos subiendo hacia el Norte, ahora suavemente, hasta el Mirador del Alto de Peña Gorda, donde cambiamos de dirección y bajamos por un sendero hacia el Sur hasta llegar casi a la Casa del Guarda, torciendo a la izquierda por la pista que nos lleva hasta el Arroyo Tejada.


Cruzamos el arroyo y comenzamos un potente ascenso hasta la Talanquera La Cuesta, primero con una fuerte rampa de 200 metros al 13 % de desnivel medio, y tras un corto descansillo seguimos subiendo ya mas suavemente durante 1.400 metros al 6,3 %.

Pasada la talanquera torcemos a la izquierda y comenzamos el recorrido por la falda Oeste del Cerro de San Pedro, transitando por el Cordel de Cantalojas, una buena pista de tierra que cruza el Cancho del Escorial, dejando a la izquierda el Alto de la Mina. La pista desciende bruscamente hasta el Arroyo Tejada, encontrándonos a continuación un fuerte repecho de 300 metros al 11,5 % de desnivel medio hasta la carretera M-625.

Cogemos esta carretera hacia el Oeste durante 200 metros y nos desviamos a la izquierda en la Cancela de entrada a la dehesa de Navalvillar. Esta cancela está cerrada con candado pero a su derecha hay unos escalones que permiten saltar el muro sin dificultad.


Continuamos cruzando la dehesa hacia el Suroeste, y a los 600 metros nos desviamos a la izquierda por el Camino de Guadalix, atentos porque al comienzo el sendero está muy borrado. Por este camino se llega hasta la "Chimenea del Rancho" uno de los pocos restos que quedan de los más de doscientos rodajes cinematográficos que se hicieron aquí en los años 60 del siglo pasado, como Espartaco, El Cid Campeador, Alejandro Magno o El halcón y la flecha y sobre todo gran cantidad de espagueti westerns, como La muerte tenía un precio, El bueno, el feo y el malo o Las Petroleras con Claudia Cardinale y Brigitte Bardot.

Tras un pequeño descanso producido por un pinchazo seguimos hacia el Sur hasta alcanzar de nuevo el Arroyo de Tejada donde hacemos el tramo de subida anterior de 200 metros al 13 %, tras el que nos desviamos a la derecha para salir de la dehesa por la Talanquera Valdepuercos, que da al Cordel del Sestillejo.

Se suceden varios sube y baja y otro fuerte repecho de 450 metros al 8,5 % y llegamos al Cordel de Vinateros. Tras 650 metros por pista de gravilla a la altura del Cordel de Valdemilanos cogemos a la izquierda un divertido sendero paralelo a la pista, que nos baja dirección Suroeste.


Cuando este sendero acaba cruzamos la pista metiéndonos por otro sendero, esta vez mas trialero, que nos lleva al Camino de Pedrezuela y a cruzar por cuarta vez el Arroyo Tejada.

Seguimos por el Camino de Pedrezuela, en un tramo de subida pedregoso y trialero, aunque bastante asequible, 300 metros al 7,8 %, y continuamos pasando junto a la necrópolis altomedieval de Fuente del Moro, que no visitamos.

Sin embargo si contemplamos la Fuente del Moro y la calzada de supuesto origen romano, mas probablemente de época andalusí.

Seguimos por el Camino de Pedrezuela, señalizado con rayas rojas de la Ruta 2 del nuevo proyecto 8 Rutas Ecológicas de Colmenar Viejo, llegando a la carretera M-607 cruzando por debajo de ella y accediendo al carril bici. Ojo por que las "flacas" pasan como bólidos, nosotros giramos a la derecha por el carril bici unos pocos metros e inmediatamente lo dejamos para entrar a Colmenar Viejo por la nueva zona urbanizada del Camino del Pozanco y tras callejear y pasar por la Plaza de Toros llegamos al final de la ruta .


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La Dehesa de Navalvillar, situada en el municipio de Colmenar Viejo, es un espacio natural de gran valor ecológico, 1072 hectáreas de pastizales con muy escaso arbolado, solamente en los alrededores del Arroyo de Tejada encontramos fresnos, encinas y robles. La fauna más visible son los milanos negro y real, el petirrojo y buitres, aparte de los conejos. La actual dehesa está compuesta por tres pequeñas dehesas: La Mueda, Navalahija y Navalvillar.

Ha sido lugar de asentamientos humanos desde la antigüedad, encontrándose gran cantidad de restos arqueológicos visigodos de los siglos VI y VII y minas de metales. Existen referencias a la dehesa desde el siglo XIII, se sabe que el Rey Alfonso X cazaba el oso en su parajes.

En los años 60 del siglo pasado fue muy usada en rodajes cinematográficos, teniendo en sus inmediaciones los Estudios Tablada.

Posesión municipal desde el siglo XVI para uso agrícola y ganadero, razón por lo que se han conservado los restos arqueológicos, a principios del siglo XIX ya había perdido toda su masa forestal, debido a la venta de la madera por el Ayuntamiento, para el pago de las deudas municipales.


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